El injerto óseo es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para restaurar el hueso faltante e inducir la formación de hueso nuevo. En la cirugía, se utiliza tejido óseo o material de injerto sustituto como andamiaje cuando falta hueso de la mandíbula. El objetivo del injerto óseo es triple:
- Aumentar áreas de hueso dañado y faltante.
- Facilitar el crecimiento de hueso nuevo.
- Proporcionar una base estable para implantes dentales.
El injerto óseo funciona como una plataforma o estructura para que crezca el hueso adyacente. Durante muchos meses, el propio hueso del paciente reemplazará el material de injerto, que eventualmente es descompuesto y reabsorbido por el cuerpo. Los procedimientos de injerto óseo dental tienen mucho éxito porque el hueso tiene la capacidad de regenerar tejido, un proceso que se estimula con factores de crecimiento naturales.
El rejuvenecimiento óseo mediante injertos aumenta sustancialmente la masa ósea, lo que permite un punto de anclaje seguro para futuros implantes.